Durante nuestra intervención compartimos algunos de los datos más relevantes del informe. En diciembre de 2024, el centro penitenciario de Pamplona albergaba a 414 personas presas, de las cuales el 94,4% eran hombres y el 5,6% mujeres. La mayoría se encontraba en segundo grado penitenciario, el 74,4%, y un 17,19% en tercer grado. Los delitos más frecuentes que motivan el ingreso son los delitos contra el patrimonio y contra la salud pública.

También denunciamos que 246 personas de Navarra o con arraigo en Navarra cumplen condena fuera de la Comunidad Foral, lo que implica un fuerte desarraigo, dificulta el contacto con sus redes de apoyo y su proceso de resocialización.

A través del informe recogemos numerosas quejas y testimonios sobre las condiciones de vida en prisión: deficiencias en la alimentación e higiene, hacinamiento, inaccesibilidad para personas con movilidad reducida y la falta de transporte público regular. Especialmente graves son las denuncias por torturas y malos tratos, que incluyen contenciones mecánicas, cacheos humillantes, palizas y trato vejatorio.

También señalamos algunos avances, como la mejora en la atención a la salud mental tras la asunción de la competencia sanitaria por parte del Gobierno de Navarra. No obstante, queda mucho por hacer. Los recursos en la atención primaria se han demostrado como insuficientes y la presencia de trastornos mentales vinculados al consumo de sustancias supera el 50% del total de 289 diagnósticos realizados desde enero hasta agosto de 2024.

Con el objetivo de ampliar la información ofrecida hasta el momento y realizar una labor de difusión pública del contenido del mapeo, durante las próximas semanas organizaremos un acto público de presentación y difusión del informe. La fecha y el lugar se anunciarán también próximamente.