Qué hacemos

Diálogos reparadores entre víctimas de violencia de género

Un espacio comunitario para víctimas y/o supervivientes

En el año 2023 se puso en marcha el proyecto «Diálogos reparadores entre víctimas de violencia de género». Esta propuesta pretende lanzar un espacio restaurativo para mujeres víctimas y/o supervivientes de violencia de género con un doble objetivo:

  • Generar un espacio de sororidad y enriquecimiento formal para mujeres que se encuentren en esa situación, quieran seguir trabajando su condición en clave de avance y aportar su experiencia a otros agentes sociales.
  • La creación de distintos espacios restaurativos conformados por estas mujeres y distintos agentes sociales vinculados con la violencia de género, además de infractores.

De estos dos pilares nucleares del proyecto se desprenden otros, con los cuales se espera crear un andamiaje restaurativo sólido para las mujeres participantes. Se presenta aquí una propuesta exclusivamente comunitaria, basada en la filosofía restaurativa, y que quiere atender a víctimas de violencia de género, en sentido amplio, no solo circunscritas a la LO 1/2004, sino en sintonía con lo establecido por el Convenio de Estambul: “La “violencia contra las mujeres” es toda violación de los derechos humanos y una forma de discriminación contra las mujeres, y designará todos los actos de violencia basados en el género que implican o pueden implicar para las mujeres daños o sufrimientos de naturaleza física, sexual, psicológica económica, incluidas las amenazas de realizar dichos actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, en la vida pública o privada” (art. 3).

¿Qué fases tiene el proyecto?

El proyecto tiene tres fases. La fase primera se realizó durante el año 2023. Consistió en la selección y evaluación individual de cada una de las mujeres participantes y en las personas de la comunidad formal e informal e infractores que iban a participar en la segunda fase. Las mujeres víctimas son las principales beneficiadas, pero el proceso de selección del resto de actores también tiene una relevancia crucial.

La fase dos consiste en el trabajo grupal con las mujeres (en forma de taller, compuesto de siete sesiones) y un espacio en forma de círculo restaurativo donde participarán además de ellas la comunidad formal, informal e infractores . En ningún caso será un proceso de mediación directa entre víctima y victimarios directos si no que son indirectos, previo trabajo de preparación con ellos.

La última fase es la de seguimiento de los itinerarios de las mujeres participantes y evaluación de la experiencia de los demás agentes.

¿Por qué una metodología restaurativa?

El documento de líneas Estratégicas del Modelo de Ejecución Penal en Navarra, que se presentó en febrero de 2021, señala como principio básico el de “incorporación de la perspectiva restaurativa” y aboga por “la asunción de una perspectiva restaurativa moderna” basada en “el planteamiento equilibrado de los conceptos de reparación, responsabilización y participación de las personas y comunidades afectadas, como aspecto transversal a todo el modelo de ejecución penal”. Además, se establece como Línea Estratégica 2a, la promoción de la justicia restaurativa intrajudicial y comunitaria.

Por otro lado, el impulso de la justicia restaurativa coincide perfectamente con el Plan Justicia 2030 del Ministerio de Justicia, que tiene entre sus medidas “la promoción de servicios alternativos de resolución de controversias para contribuir a disminuir la litigiosidad de juzgados y tribunales. La idea es articular un sistema paralelo y complementario a la jurisdicción que ofrezca a la ciudadanía otra vía para la resolución de sus diferencias”.

¿Por qué en violencia de género?

Las experiencias internacionales en la vinculación de la justicia restaurativa con la violencia de género, destacan que las intervenciones producen resultados muy positivos en términos de satisfacción de víctimas e infractores y en clave de reducción de la reincidencia.

Además, contrariamente a como suele ser considerado, las investigaciones sugieren que la justicia restaurativa parece reducir la delincuencia de forma más eficaz en los delitos más graves que en los menos graves y en los delitos en los que hay una víctima concreta, un daño personal concreto.

Se considera que este puede ser un abordaje complementario al intrajudicial de estos conflictos e interesante para todas las partes.

Se piensa en este proyecto, constatando la falta de un espacio comunitario de sororidad entre mujeres que en este momento estén sufriendo violencia o sean supervivientes y también de encuentro y diálogo entre agentes.

Actualmente, el programa se encuentra paralizado por falta de financiación para llevar a cabo la segunda fase.