Con la apertura en 2012 de la macrocárcel de Pamplona, el acceso a la misma se vio dificultado debido a su ubicación a las afueras de la ciudad. Ante la falta de previsión de un transporte público que llegase hasta su localización, desde entonces, en Salhaketa Nafarroa reivindicamos una línea de autobús urbano “villavesa” que se extienda hasta la cárcel.

En 2012 presentamos a la Mancomunidad una solicitud de “villavesa” a la cárcel tras una recogida de firmas y el apoyo de diversas entidades y colectivos. Tras el rechazo de nuestra propuesta de una línea de autobús urbano entre la cárcel y el centro de la ciudad, en 2013 iniciamos una campaña de presión a las instituciones. A pesar de las reuniones con la Mancomunidad, la impugnación de presupuestos, peticiones al Parlamento y solicitud de informes, no logramos una solución por parte de la Mancomunidad.

En 2016, volvimos a presentar una nueva petición de transporte público hasta la cárcel al “Gobierno del cambio”. Las reuniones con la Mancomunidad se retomaron, a las cuales también acudieron representantes del Departamento de Justicia del Gobierno de Navarra y de algunos grupos municipales del Ayto de Pamplona.

En 2018, finalmente, conseguimos un servicio de taxi hasta la cárcel bajo reserva a precio de autobús urbano, el cual a día de hoy sigue funcionando. No obstante, esta medida nos parece insuficiente para cubrir la falta de acceso a prisión. Por ello, desde Salhaketa seguimos insistiendo en la necesidad de un transporte público que llegue hasta la cárcel de Pamplona e instamos a las Administraciones a que continúen trabajando en ello, recordando que la cárcel tiene el carácter de “servicio público” —al menos formalmente— al que la gente tiene que acudir por obligación y que las personas que están cumpliendo condena y sus familiares tienen derecho a que se les considere igual que al resto de la ciudadanía.